Las pinturas E.L.F., definidas como de bajas emisiones y sin disolventes ni plastificantes, son en realidad pinturas con un índice de COV inferior a 1 g/l, es decir, 30 veces menos de lo exigido por las normas europeas. Las pinturas E.L.F. son las más respetuosas con la salud de las personas y la salubridad de los espacios, durante y después de la aplicación, pero también con el medio ambiente, al tiempo que mantienen unos niveles de rendimiento muy elevados, como durabilidad, cubrición, rendimiento, lavabilidad, transpirabilidad.